•Entiendo por ética un modo de obrar, una manera de
actuar o de intervenir, que tiene su compensación en esa misma manera de obrar
o de actuar.
•Toda ética se fundamenta en un saber, en un
conocimiento, con el que la persona afianza la puesta en marcha de una
actividad o de un modo de obrar determinado.
•Decir que una actividad es ética, implica, a mi
parecer, que dicha actividad está en estrecha relación con el conocimiento y
con el saber que uno tiene sobre el tema propio de la actividad. Pero además,
será ética, cuando esté en relación con lo que uno realmente quiere o desea
hacer.
•Por eso, para afirmar que una actividad es ética,
al conocimiento y al saber, habrá que añadir la voluntad y el deseo de puesta
en práctica de ese conocimiento y de ese saber.
•Y esa voluntad y deseo de puesta en práctica
estará marcada por la relación con el otro; por la correlación con el otro, y
de algún modo, por la aceptación y reciprocidad del otro. De otro que no es un
individuo, sino más bien una generalidad de individuos. La ética y la estética,
decía Rousseau, sólo pueden nacer en sociedad.
•Si lo decimos de otro modo, se puede afirmar que
una actividad es ética, cuando existe una correspondencia o correlación entre
conocimiento y acción, mediatizada por el otro, no individual. Y además, cuando
dicha correlación o correspondencia es auténtica, es decir, está en relación
con lo que uno realmente vive y quiere o desea hacer.
•Pero esa correlación no es fija. Está más bien en
continuo cambio, como todo conocimiento o saber. Y así toda actividad ética,
estará también en continuo cambio.
•Pero, por otra parte, toda ética contiene y
conserva, en gran medida, un elevado grado de subjetividad.
•Si toda ética se fundamenta en un saber y en un
conocimiento determinado, habría que afirmar que ese saber y ese conocimiento
contienen un elevado grado de subjetividad.
•Todo saber contiene un elevado grado de
subjetividad porque, cuando una persona cree en algo, y construye su saber en
base a esa creencia, no fundamenta dicha creencia o lo hace habitualmente de
manera insuficiente.
•Y así, al decir que un modo de obrar es ético,
afirmamos, sin decirlo, que ese modo de obrar contiene un elevado grado de
subjetividad.
•Intentaré aquí dar algunas razones y aportar de
algún modo, los conocimientos y creencias en base a los cuales fundamento mi
actividad en el terreno del arte de acción.
•Porque, vuelvo a decir: toda ética se fundamenta
en un saber, en un conocimiento, con el que la persona afianza la puesta en
marcha de una actividad o de un modo de obrar determinado.
•Pero además de ser subjetivo nuestro conocimiento
y nuestro saber, me atrevería a decir que la formación y construcción de este
conocimiento y de este saber propio, es debida en gran medida, al azar y a la
casualidad. (...)